Cheeky Monkey (reseña)

Cheeky Monkey (Mono impertinente) es un juego de Reiner Knizia de 2 a 6 jugadores y 15 minutos de duración. Se trata de un divertido push-your-luck con fichas de póquer personalizadas con animales. Ha sido editado en múltiples ocasiones y por varias editoriales: Arclight, Face2Face Games, Gryphon Games y Piatnik. La última, por parte de Piatnik, se llama Monkey Business. De la que voy yo a hablar es de la edición de Face2Face Games, que tiene animales diferentes.

COMPONENTES:

El juego usa 52 fichas de póquer que muestra 8 animales (3 elefantes azules, 4 morsas verdes claro, 5 jirafas rojas, 6 cebras moradas, 7 canguros amarillos, 8 jabalíes africanos verdes oscuros, 9 hienas naranjas y 10 monos rosas). Además, trae 8 losetas de bonus, una para cada animal que además indica la cantidad que hay de cada especie (que además coincide con los puntos de bonus).

PREPARACIÓN:

Mezcla las 52 fichas de póquer dentro de la bolsa. Deja las losetas en medio a la vista de todos. Selecciona un jugador de inicio al azar.

Fichas de póquer

DESARROLLO DE LA PARTIDA:

Se juega en sentido de las agujas del reloj. Hasta que se finaliza la partida los jugadores recopilan fichas de póquer (con animales) un una pila personal. La pila personal al inicio está vacía e irá creciendo a lo largo de la partida.

En su turno un jugador, lo primero que hace es extraer una ficha de póquer de la bolsa. Coloca esa ficha enfrente suyo (todavía no va a la pila personal).

Si la ficha superior de la pila de otro jugador muestra una ficha de la misma especie animal que la que acabas de sacar puedes reclamarla para ti. Entonces, colócala enfrente tuyo (todavía no va a la pila personal). Si tiene varias fichas de la misma especie consecutivas en su pila, puedes reclamar todas, una tras otra.

Después debes decidir si proseguir o concluir tu turno.

Proseguir: Extraes otra ficha de la bolsa y colócala enfrente tuyo.

•         Si la nueva ficha coincide con otra ficha de las que tienes enfrente (todavía sin apilar) tu turno finaliza de inmediato y devuelves todas las fichas (las extraídas y las reclamadas) a la bolsa de nuevo. Tu pila se queda como está, y pierdes el turno.

•         Si robas una nueva ficha que no coincide con otra de los que tienes enfrente sin apilar, puedes reclamar fichas de la pila de tu oponente de la misma especie animal que la ficha recién sacada, y finalmente decidir si prosigues o concluyes tu turno.

Concluir el turno: Apila todas las fichas enfrente de ti encima de tu pila personal en el orden que desees. Una vez puestas no se puede reordenar la pila.

REGLAS ESPECIALES:

•         Asegurar fichas: Si todas las fichas enfrente tuyo son de la misma especie animal, puedes concluir tu turno y colocarlas debajo de tu pila, en lugar de arriba. De esta manera las “aseguras”.

•         Monos impertinentes: Si robas un mono, tienes dos opciones: Puedes reclamar monos de la pila de otro jugador de la manera habitual, o puedes intercambiar este mono por cualquier otro animal encima de la pila de otro jugador.

FIN DE PARTIDA:

La partida finaliza cuando las 52 fichas se han apilado (o lo que es lo mismo no queda fichas de póquer en la bolsa). Entonces cada jugador cuenta el número de fichas que tiene de cada especie animal. Quien tenga más fichas de cada especie toma la loseta de bonus de ese animal (si hay empate entre dos o más jugadores, ninguno la toma).  Finalmente, suma número de fichas en total en tu pila y los puntos mostrados en las losetas de bonus obtenidas.

Losetas de bonus

Losetas de bonus

El jugador con mayor cantidad de puntos total vence la partida. En caso de empate, quien haya obtenido la loseta de bonus con mayor puntuación (primero los monos, luego las hienas, etcétera). Así que es muy difícil que haya empate (aunque no imposible).

VALORACIÓN PERSONAL

Me parece un juego chorrón palomitero pero muy divertido. Es el tipo de juego que se explica en medio minuto y que te saca de un apuro en una reunión familiar o para desintoxicarse en unas jornadas entre partidas de juegos más sesudos. Los piques y las risas están aseguradas.

Las reglas son tan sumamente simples, que hace que cualquiera pueda jugarlo, incluso con niños (para los más jovencitos, hay alguna variante que simplifica aún más el juego, así que de 5 años en adelante pueden jugar). La mecánica es elegante y funciona bien. Knizia en esto es un maestro, y ha sabido jugar con la distribución y las probabilidades.

Es cierto que para los jugadores que no les gusta el azar, tal vez pueda llegar a ser desesperante (sobre todo si tienen mala suerte a la hora de robar) y en ocasiones puede ocurrir bucles que parezca que el juego nunca tenga fin.

Por último, si quieres probarlo y tienes un maletín con fichas de póquer a mano, su reciclaje lúdico es casi inmediato (las losetas de bonus las puedes improvisar). Incluso es relativamente sencillo reimplementarlo para que cumpla los requisitos del concurso de botones de este mismo blog, así que os adelanto que tendremos un Botón impertinente. A disfrutarlo.

Este artículo apareció en la revista token nº 10.

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