El Gran Misterio de Agatha Christie

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Christie desapareció el 3 de diciembre de 1926, cuando disfrutaba del éxito de su sexta novela, «El asesinato de Roger Ackroyd». Salió de su casa en Styles (condado de Berkshire, al oeste de Londres), cerca de la medianoche, no sin antes subir al piso superior para darle un beso a su hija, Rosalind. Su automóvil, un Morris Cowley, fue encontrado horas después no muy lejos de la casa, abandonado en una cantera cerca de Guilford, con las puertas abiertas, su chaqueta olvidada en el interior, y el tapado y las valijas de la escritora adentro, pero sin rastro de la novelista.

Esta repentina e inexplicable desaparición causó una profunda inquietud al Gobierno británico, quien movilizó a la Policía; ocupó además primeras páginas en los periódicos más importantes del país; y sumió en la perplejidad a sus familiares, amigos y lectores. ¿Dónde estaba Agatha Christie? Como en una historia de suspense de la propia autora, no tardaron en aflorar hipótesis y diversas conjeturas macabras sobre su suerte. Unos decían que había podido morir ahogada en un manantial próximo al paraje donde se halló su coche. Otros opinaban que Christie había muerto o que, por una de esas ironías del destino, había sido asesinada su infiel marido, Archie Christie, un ex piloto que combatió en la I Guerra Mundial. Dándole la vuelta a la tortilla, también se la tachó a ella de infiel, y llego a decirse que había abandonado a su marido y a su pequeña hija para fugarse con otro hombre. Para parte de la prensa pensaba incluso que se trataba de un excelente truco publicitario ideado por la escritora para mejorar las ventas de su sexta novela, quien además intentaba demostrar de manera práctica lo que sostenía en algunas de sus novelas: que se podía desaparecer sin dejar huellas. Ante semejante incertidumbre, el entonces ministro del Interior, William Joynson-Hicks, ordenó a la Policía británica que acelerara sus investigaciones a fin de aportar luz al enigmático caso. Hasta el célebre novelista Arthur Conan Doyle (1859-1930), padre de Sherlock Holmes, el detective más famoso de la literatura, intentó ayudar en las pesquisas, aunque sin éxito. Era un misterioso caso que habría apasionado sin lugar a dudas a Hércules Poirot, ese belga puntilloso y un tanto pedante que es su personaje más famoso y el detective más popular del mundo, después de Sherlock Holmes.

Hydropathic Hotel

Tras once días sin conocerse su paradero, Agatha Christie fue encontrada finalmente en el Hydropathic Hotel, un hotel de lujo de Harrogate al norte de Inglaterra, sola y haciéndose llamar Theresa Neele. Llevaba diez días instalada tomando baños terapéuticos, jugando a las cartas e intercambiando irónicamente con otros huéspedes teorías sobre la desaparición de Agatha Christie. Preocupada porque no recibía cartas ni llamados de sus parientes y amigos, publicó en The Times un curioso anuncio: [Amigos y parientes de Theresa Neele, pónganse en contacto con ella. “Hydropathic Hotel, Harrogate”]. Al onceavo día de reclusión un desconocido se acerco a ella a la hora de la cena, mientras se dirigía al comedor. Theresa le permitió que la acompañara hasta su mesa: el desconocido era Archie Christie, su marido, y, por supuesto, Theresa era la famosa escritora, quien aparentemente había perdido la memoria en una cruel paradoja del destino.

Agatha nunca explico ese «episodio en blanco» de su vida. Pero ni la misma Agatha que paso su vida ideando distintas maneras de realizar el crimen perfecto, pudo dar una explicación sobre su perfecta desaparición. Ni siquiera lo aclaró en la autobiografía, publicada después de su muerte. Para decepción de admiradores y críticos, solo se refiere oblicuamente a “días muy tristes “y al acoso de la prensa que la llevo a recluirse en su casa.

Hasta ahora, muchas teorías han tratado de explicar el extraño suceso. Una argumentaba que la novelista sufrió una pérdida de memoria tras un accidente de coche. Otra, que el comportamiento de la escritora respondía a un «estado de fuga», un raro trance amnésico generado por un trauma, o una depresión, debido a que encajaban a la perfección los extraños síntomas que mostró Christie durante su irónica estancia en Harrogate. Y otra, algo más maliciosa, sostiene que todo el episodio fue ideado por la propia Christie con el fin de desbaratar un plan de su marido para pasar un fin de semana con una amante en una casa cercana al paraje donde dejó su automóvil. La verdad solo la sabe ella y se la llevó a su tumba.

Agatha, film

Una curiosidad cinéfila. La misteriosa desaparición de la escritora en el año 1926 se refleja en un largometraje británico llamado «Agatha», que se basa más en la imaginación de los creadores de la película que en los verdaderos hechos que ocurrieron, pero como anécdota no esta mal. Los protagonistas de la película fueron la actriz Vanessa Redgrave, dando vida a la escritora, y los actores Timothy Dalton y Dustin Hoffman como Archie Christie y Wally Stanton, un reportero americano que investiga el suceso, respectivamente.

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